jueves, 11 de abril de 2013

La isla de calor: un fenómeno climático típicamente urbano


Con esta entrada, empiezo una serie que voy a dedicar al clima y a fenómenos naturales en general. En esta primera entrada, os voy a hablar de un fenómeno típica y claramente urbano: la denominada “isla de calor”. Para ello, para documentarnos, acudo a la obra de Mª del Carmen Moreno García, profesora de Climatología en la Facultad de Geografía de la Universidad de Barcelona, Estudio del clima urbano de Barcelona: la “isla de calor”.

El fenómeno de la “isla de calor” es el efecto más evidente y, también, el mejor estudiado, de la modificación climática inducida por la urbanización. El fenómeno de la “isla de calor” o “isla térmica” urbana consiste en que las ciudades suelen ser, especialmente de noche, más cálidas que el medio rural o menos urbanizado que las rodea. Singularmente, el área urbana que presenta temperaturas más elevadas suele coincidir con el centro de las ciudades, allí donde las construcciones y los edificios forman un conjunto espeso y compacto. Si se representa gráficamente la distribución espacial de la temperatura mediante isolíneas se ve, en general, como las isotermas presentan una disposición concéntrica alrededor del centro urbano, señalando un área de temperaturas más elevadas, por lo que es acertada y gráfica la denominación. Se trata, en resumen, de una anomalía térmica positiva en los centros de las ciudades producida por ellas mismas.

¿Cuáles son sus causas? Se pueden resumir en las siguientes:

1)   Un mayor almacenamiento de calor durante el día en la ciudad, gracias a las propiedades térmicas y caloríficas de los materiales de construcción urbanos, y su devolución a la atmósfera durante la noche. En comparación con los suelos naturales, los materiales de construcción como el cemento, ladrillo, hormigón, asfalto,…, se caracterizan por tener una mayor capacidad calorífica, además de una mayor conductividad térmica, lo que les convierte en unos buenos almacenadores de calor.

2)   La producción de calor antropogénico (calefacción, industria, transporte, alumbrado,…), que influye notablemente sobre la temperatura del aire urbano en relación con la de sus áreas circundantes.

3)   La disminución de la evaporación, debido a la sustitución de la superficie originaria por un suelo pavimentado y a la eficacia de los sistemas de drenaje urbanos (alcantarillado,…) y la reducción de la cubierta vegetal, habiendo un importante cambio en el modelo hídrico. Al sustituir una superficie como la vegetal por una artificial, menos porosa y que produce una rápida escorrentía, así como la eficacia de los sistemas de drenaje urbanos, elimina precisamente la posibilidad de almacenamiento de agua en el suelo y su evaporación.

4)   Una menor pérdida de calor sensible, debido a la reducción de la velocidad del viento originada por los edificios, que resultan ser un elemento perturbador de los flujos aéreos.

5)   Un aumento de la absorción de radiación solar, debido a la “captura” que produce la singular geometría de calles y edificios, que contribuye a un albedo relativamente bajo, al producirse múltiples reflexiones en las fachadas, tejados y el suelo, con lo que la radiación incidente queda atrapada y, por tanto, genera un aumento de la absorción de la radiación solar.

6)   Una disminución de la pérdida de calor durante la noche por irradiación, debido también a las características geométricas de calles y edificios, que reducen el factor de visión del cielo.

7)   Un aumento de la radiación de onda larga que es absorbida y reemitida hacia el suelo por la contaminada atmósfera urbana. La presencia de una capa de contaminación en la atmósfera urbana origina también una alteración en los flujos de radiación. La radiación de onda larga emitida del suelo hacia la atmósfera, ante el obstáculo de la capa contaminada, es absorbida en cierta proporción por ella, que la vuelve a remitir hacia el suelo.

Este fenómeno es más apreciado durante el invierno, pocas horas después de la puesta del sol, con una situación de calma anticiclónica y escasa nubosidad o bien con vientos débiles y cielos poco nubosos o despejados.

Una vez que el fenómeno de la “isla de calor” se ha originado, queda caracterizado por tres parámetros: intensidad, forma o configuración y la localización del máximo térmico, variando en función de cuatro tipos de factores: 1) temporales, que hacen referencia al momento del día y a la época del año; 2) meteorológicos, relativos al estado del tiempo; 3) geográficos, como localización y topografía; 4) urbanos, o según las características especiales de cada ciudad.

Las consecuencias de la “isla de calor” pueden ser de diversos tipos: meteorológicas, biológicas y económicas, cuyos impactos son, en algunos casos, positivos y en otros negativos.

El efecto más destacable, meteorológicamente hablando, es la formación de un fenómeno de convección urbana, por el calentamiento de la ciudad, que favorecería la formación de nubosidad y hasta la de la precipitación. El tiro convectivo vertical se alimenta en superficie por la afluencia de viento desde la periferia hacia el centro urbano, lo que se denomina “brisa urbana”. Otro efecto es la disminución de la frecuencia y duración de las nevadas en las áreas urbanas. Otra consecuencia meteorológica que, a su vez, tiene también implicaciones económicas es el bajo valor alcanzado por los grados/día por encima de un umbral en las áreas urbanas en comparación con los alrededores. Esta disminución de los grados/día repercute en el consumo energético de una manera positiva, ya que reduce la necesidad de calefacción durante el invierno, y por el contrario, durante el verano incrementa la demanda de aire acondicionado en horas nocturnas.

Las consecuencias biológicas están referidas, básicamente, al crecimiento de plantas y árboles en la ciudad. La isla de calor provoca que los periodos libres de heladas se alarguen, lo cual repercute en los periodos de crecimiento y floración, así como la existencia y proliferación de ciertas especies exóticas o tropicales en los parques y jardines. También sucede en el caso de aves y pájaros, atraídos por el ambiente urbano relativamente cálido, como en el caso de Barcelona, con la proliferación de cotorras, loros y papagayos, que vinieron como aves exóticas, y que cada vez forman más parte de nuestro paisaje urbano.
 
 

martes, 9 de abril de 2013

¡Igualdad y derechos humanos para la comunidad gitana, aquí y ahora!

Hoy, día internacional de la comunidad gitana, os voy a transmitir un mensaje de alarma que Amnistía Internacional ha publicado con motivo del día de hoy y sobre la discriminación que la comunidad gitana vive en el mundo y, especialmente, en Europa.
 
 
"Te instamos a defender lo que los gobiernos no están defendiendo en Europa. Pide a la Unión Europea que tome medidas para poner fin a la discriminación a la que la comunidad romaní se enfrenta a diario.
 
<<Lo único que queremos es que nos traten como seres humanos, vivimos así, y así deben tratarnos; nunca antes nos habían hecho sentir con tanta claridad que somos diferentes. Ahora lo sentimos de verdad>>. Lo dice una pareja de ancianos romaníes en Hungría, uno de los países más discriminatorios hacia la comunidad gitana.
 
Según la Agencia de los Derechos Fundamentales de la U.E., en general, prácticamente todas las personas romaníes son víctimas de discriminación racial. En Europa, cientos de miles de personas romaníes viven en campamentos o asentamientos informales. Segregadas por su origen étnico, como consecuencia de políticas que les niegan otras posibilidades de vivienda. En Rumanía, las autoridades desalojaron forzosamente de sus hogares a setenta y seis familias para realojarlas cerca de un vertedero de residuos químicos, no habiendo cambiado su situación dos años después. En Italia, en Roma, se ha creado un poblado para "rom" rodeado de una valla y con videovigilancia. En muchos países, los niños y niñas romaníes asisten a escuelas segregadas donde la calidad de la enseñanza es inferior o equiparándolos a  alumnos con discapacidades mentales leves. Sufren acoso y amenazas, sin que las autoridades hagan gran cosa para evitarlo.
 
Todo ello sucede porque los Estados miembros no velan por el cumplimiento de la legislación europea contra la discriminación, o adoptan políticas discriminatorias o permiten que los actos discriminatorios sigan impunes.
La U.E. tiene la responsabilidad, la obligación y la capacidad para garantizar el cumplimiento de la ley y luchar contra la discriminación de la que es víctima la comunidad romaní.
 
Escribe a la Comisaria Europea de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, Viviane Reding, para que se garantice que los Estados miembros de la U.E. cumplan con sus obligaciones.
 
Amnistía Internacional

La Beguda Alta: crònica d’un absurd territorial


Com en les millors històries de l’absurd, ens trobem amb un absolut absurd territorial. Fa temps, quan vaig parlar de terres de frontera, amb l’exemple del Pont de Montanyana/Puente de Montañana, les últimes cases del qual pertanyen a Catalunya, mentre que la resta pertany a l’Aragó, vaig iniciar l’estudi de llocs on es produeixen disfuncionalitats territorials que generen el més gran dels absurds. Un dels més rocambolescos del nostre país és, sense cap dubte, el de la Beguda Alta, un petit poble que té l’honor de pertànyer a tres municipis diferents i, per més absurd, a tres comarques diferents: a Masquefa, de l’Anoia, a Sant Esteve Sesrovires, del Baix Llobregat, i a Sant Llorenç d’Hortons, de l’Alt Penedès.

Corria, fa anys, una dita popular que deia que el mossén de la Beguda Alta tenia la seva casa a Masquefa, quan donava missa ho feia a Sant Llorenç d’Hortons, quan dinava a la fonda ho feia a Sant Esteve Sesrovires, i si, un dia es moria, l’enterrarien als Hostalets de Pierola, on hi havia el cementiri de la localitat. Tot un record de canvis de municipi i de comarca, tot fent un pas enrere o un endavant.

És una petita població, d’uns vuit-cents habitants, situada a uns trenta quilòmetres de Barcelona, en la carretera que uneix Martorell amb Piera i Capellades.

És tal la situació absurda la que viuen els seus ciutadans, que es poden contar la quantitat d’anècdotes que provoca el fet de que un sol poble pertanyi a tres municipis diferents, i per tant, la complexitat de gestionar aquest veritable “galimatías”.

El fet de pertànyer a tres termes municipals multiplica per tres els problemes. Per exemple, la policía local de tots tres municipis només gestiona els afers que succeeixen en el seu terme, amb el qual un ha d’estar sobreavís de quina part està per trucar el servei de seguretat local que li pertoca. Imagineu que un dia truques a la policía i et diu: Aquí no toca. Un absurd total. Altres situacions es donen a l’hora de pagar les escombraries, anar a votar, anar al metge o a l’escola. En el servei de neteja, també cadascú fa el seu tros, donant-se el cas que, per exemple, els diumenges fan el mercat setmanal al carrer, i la brutícia es va netejant els dies en que toca a cadascú, amb el qual es dóna el cas que la brutícia, segons on es generi, estigui per dies al carrer.

Els respectius caps municipals es troben entre dos i deu quilòmetres, amb el qual qualsevol incidència que s’hagi de gestionar, significa desplaçar-se. Els ajuntaments respectius están impulsant una mancomunitat de serveis per paliar els problemes causats. Els veïns apostarien per tres solucions més practiques: la integració en un sol municipi, la solución més fácil i més probable, la creació d’una entitat municipal descentralitzada, que permetria solucionar molts problemes, o la creació d’un municipi propi, molt més improbable. Totes les solucions, això si, passen per l’acord entre tots tres municipis, que hauria de comptar també amb el vistiplau dels consells comarcals de l’Anoia, l’Alt Penedès i del Baix Llobregat, i després de la Generalitat de Catalunya. Totes les sortides són bones, per evitar l’embolic administratiu i de gestió que comporta dependre de tres ajuntaments diferents, i s’intentaria posar ordre en tot aquest garbuix.


La Beguda Alta

El Geonauta: Terres de frontera: la Ribagorça Oriental/la Ribagorza Oriental



La Ribagorça Oriental/Ribagorza Oriental està situada a l'extrem nord-oriental de l'Alt Aragó/Alto Aragón. S'extén en una estreta franja al límit amb Catalunya, abarcant essencialment el marge dret de la Noguera Ribagorçana. Podríem distingir tres zones ben diferenciades: una primera, enganxada al Pirineu Axial i per sobre de l'estret que encabeix el pantà d'Escales, i formada pels municipis de Montanui/Montanuy i Bonansa; una segona, situada entre l'estret del pantà d'Escales i el Montsec d'Estall, formada pels municipis de Sopeira, Areny de Noguera/Arén i el Pont de Montanyana/Puente de Montañana; per últim, la zona que abarca el Montsec d'Estall i el corredor de Benavarri/Benabarre i el poljé de Saganta, formada pels municipis de Viacamp i Lliterà/Viacamp y Litera, Tolba/Tolva, Benavarri/Benabarre i Estopanyà/Estopiñán del Castillo.


És, sens dubte, una zona amb uns trets d'identitat especials. Tant geogràfiques, com històriques i culturals. Una diversitat i una riquesa particulars, com el fet de que en aquesta subcomarca es parli, per exemple, el català amb trets propis ribagorçans, o els seus monuments religiosos, civils o miltars, les restes prehistòriques, les fortificacions, o els monestirs i esglésies, per no parlar del maravellós entorn natural, trets particulars dels quals farem esment en aquesta entrada al blog.
 

Monestir d'Alaó/Alaón a Sopeira, amb els espadats que voregen el pantà d'Escales al fons.

 


La Noguera Ribagorçana fa de frontera amb Catalunya. La zona més al nord, aigües amunt del Pantà d'Escales, està formada per les valls de Barravés i de Castanesa, i les muntanyes que fan de divisòria entre les valls del Noguera Ribagorçana i la vall de l'Isàvena/Isábena, fora de la Ribagorça Oriental, ja de parla transicional ribagorçana cap a l'aragonés, d'on, encara que a fora zona, parlarem de Roda de Isábena i la seva catedral, una verdadera joia (1). Aquesta zona, formada com abans hem dit pels municipis de Montanui/Montanuy i Bonansa, enganxada al Pirineu Axial i a les muntanyes més altes del Pirineu (l'Aneto i la Maladeta), forma part, en part, del Parc Natural de Posets Maladeta. A la localitat d'Aneto, hi ha un centre d'interpretació. Els pobles, petits i dispersos, que formen les valls de Barravés i, sobretot, de Castanesa, conformen un entorn idíl.lic entre muntanyes, que ara, en part, volen malmetre amb la construcción de l'ampliació de l'Estació d' Esquí d'Aramón Sarllé/Cerler, ja a la Vall de Benás/Benasc (de la que ja vam parlar en una anterior entrada al blog, dedicada al benasqués). És bonic viatjar a aquesta zona a la tardor, doncs el contrast de colors que conformen els diferents estrats de vegetació li confereixen una bellesa singular. Als amants de caçar bolets, les muntanyes de Bonansa són el seu hábitat perfecte per trobar-ne de ben bons.

 
Vista del preciós poble medieval de Montanyana/Montañana, una veritable joia.

Vorejant el Pantà d'Escales, rodejats per la bellesa singular de les muntanyes que ens envolten, arribem a la següent zona. Passats els túnels, arribem a Sopeira, on farem la primera parada important en el camí, per veure el monestir d'Alaó/Alaón. Sopeira està allotjada sota un penyal que la Noguera Ribagorçana talla formant un estret congost, que és aprofitat aigües amunt per la presa d'Escales. Junt al poble, i la riba del riu, es troba el monestir d'Alaó/Alaón, que és el més interesant i més ben conservat conjunt monàstic de la Ribagorça Oriental. Aigües avall, trobarem un trencall que puja cap a Areny de Noguera/Arén, d'un gran interès en el seu conjunt urbà. Els seus carrers, atravessades per nombrosos arcs, les cases i les places ofereixen una bona mostra del urbanisme tradicional dels pobles ribagorçans. Aquí trobarem el "Centro de Interpretación de la Ribagorza", així com un important jaciment paleontològic i dòlmens. Els pobles que envolten i que formen part del municipi, com Betesa, Cornudella de Baliera o Treserra, acaben conformant una interesant visita. Més avall, trobem el curiós poble del Pont de Montanyana/Puente de Montañana, del que ja vaig fer esment en una entrada del blog sobre les terres de frontera i la independència de Catalunya. Però el més interessant es troba en un trencall a la carretera, abans d'arribar a Pont de Montanyana/Puente de Montañana. Es tracta del trencall que porta a Montanyana/Montañana, que mereix una visita més reposada. Ens trobem en un dels conjunts històrics urbans més importants de l'Alt Aragó: les aproximadament cinquantena de cases que formen el conjunt li confereixen un enorme interès. Els seus carrers empedrats, les esglésies, les torres defensives, la muralla i el pont romànic, li donen una bellesa singular, ara en restauració, del conjunt antigament capital del municipi. Per sota el Pont de Montanyana/Puente de Montañana, trobem un paradís per senderistes i escaladors: el Montsec d'Estall i, sobretot, un recorregut de bellesa singular, per la seva espectacularitat: el Congost de Montrebei, important estret engorjat per on discorre la Noguera Ribagorçana, abans d'arribar al Pantà de Canelles, que va canviant de riba, de Catalunya a l'Aragó, de l'Aragó a Catalunya, a través d'un passadís excavat en la roca. Una veritable meravella. Excursions a part, són les de visitar els petits poblets abandonats que formen part del municipi de Viacamp i Lliterà/Viacamp y Litera, com Fet, Finestres/Finestras, Girbeta/Chiriveta (amb la seva torre de guaita), Montgai/Mongay, Montfalcó/Monfalcó o l'Estall/Estallo, conjunts abandonats, però que els envolta un encís particular. A Viacamp, trobarem el "Centro de visitantes del Montsec de l'Estall. Tanmateix, Viacamp té una interessant torre de guaita, de les que abunden en el territori ribagorçà.


Ja, per fí, anem camí de Benavarri/Banabarre, veritable cap de la Ribagorça Oriental. Població de costeruts carrers, molts d'ells amb arcs i porxos típics, les façanes renaixentistes i barroques, pujant pels seus carrers, dominant la vila, ocupant el cim, trobem el Castell dels Comtes de la Ribagorça. Gairebé no queden més que restes de murs i torretes de guaita que fan recordar que en el puig hi va haver una important fortalesa. És també interessant visitar l'església parroquial de la Mare de Déu de Valldeflors, de severa façana, guarda un interessant conjunt d'obres d'art. Les mostren al públic a una petita estança protegida per una reixa: l'arqueta de les relíquies de Sant Medardo, que mostra la vida i miracles del sant, mitjançant relleus; una talla medieval de la Verge sedent, una bona creu procesional, però el més valuós és el retaule dedicat a Santa Elena, que s'atribueix a Jaume Ferrer, mestre d'Albatàrrec. Per les festes de Sant Medardo, es celebra la tradicional Pastorada i el ball dels Palitrocs.

Vista de Benavarri/Benabarre el cap de la subcomarca de la Ribagorça Oriental.
 


Envolten Benavarri/Benabarre, una sèrie de pobles, molts d'ells antics municipis ara agregats al cap de la Ribagorça, com Aler, on hi ha el Museu Etnogràfic del Mas de Puigverd, Purroi/Purroy de la Solana, amb el poble vell i el poble nou, Pilzà/Pilzán, Calladrons/Caladrones, Ciscar/Siscar, Entença/Antenza, Estanyà/Estañá,…, amb bonics paisatges de muntanya mitjana, zones càrstiques que donen lloc als estanys d'Estanyà/Estañá, els congostos de Ciscar/Siscar, els típics pobles de Tolba/Tolva i Lluçars/Luzás. Estopanyà/Estopiñán y Casserres/Caserras del Castillo, formen el municipi de Estopiñán del Castillo, amb conjunts poblacionals típics de la Ribagorça, i el Castell de Casserres, que dóna en part el nom al municipi.


Així doncs, una recomanable visita per terres de frontera, amb el català ribagorçà com a llengua dels habitants d'aquesta zona, un país ric en contrastos. I un nexe en comú: la Noguera Ribagorçana, el riu vertebrador d'aquesta comarca de l'orient de l'Aragó.
  1. Roda de Isábena i la seva catedral


    Roda de Isábena, és un petit poblet, integrat al municipi d'Isábena, a la riba del riu del mateix nom, veí de la zona de la Ribagorça Oriental. Quin és el principal atractiu de Roda, un poble extremadament petit. Sens cap dubte, l'atractiu és la catedral, o més ben dit, la excatedral. S'alça en la part més alta del poble, i la seva historia està lligada al vell Comtat de la Ribagorça. La dificultat que els comtes tenien per mantenir el domini del seu territori enfront el regne dels francs pel nord i amb els musulmans al sud, feia que tenir una seu episcopal al seu territori i una persona de confiança al seu cap fós de gran utilitat. Després de molts conflictes i tribulacions. Finalment varen lograr una seu episcopal reconeguda pels papes de Roma, i així a mitjans del segle X s'estableix a Roda, sent el primer bisbe Odisendo, essent consagrada el 30 de novembre de 957. D'aquest punt fins a mitjans del segle XII va haver bisbes de Roda, sent aquest l'origen del futur bisbat de Lleida, que a l'ésser conquerida als musulmans, va trasladar-se la seu a la ciutat. De fet, és l'origen de que tota la franja oriental de l'Aragó pertanyés al bisbat de Lleida fins als anys 80 del segle XX.
    Però si la catedral es manté com un veritable monument històric, és gràcies a la forta personalitat del rector José Leminyana, que ha lluitat per anys perquè la catedral tingui el seu primitiu aspecte.


    Que podem destacar de la catedral de Roda?
  • La torre, igual que la seva portalada, és del segle XVIII, d'estil neoclàssic.
  • L'església té una nau principal i dues de laterals, amb tres absis, amb el central, que està decorat a l'estil llombard, com el monestir d'Alaó/Alaón, amb arquets cecs.
  • La sala capitular, amb la sillería construida a mitjans del segle XVII.
  • El claustre, que comunica amb el temple i amb les dependències de l'infermeria, la sala capitular, el refectori i el dormitori, consta de quatre galeries, amb sostre amb arcs sospesos per columnes cilíndriques, que formen un deambulatori rectangular. Destaquen les abundants inscripcions.
  • Els antics refectori i dormitori. L'antic refectori és el menjador de l'hospedatge/Hospedería de Roda. El dormitori alberga un arxiu i una biblioteca.
  • Les criptes, que alberguen el sepulcre de Sant Ramon, bisbe de Roda a principis del segle XII.
  • El cor i l'orgue. El retaule major, una veritable meravella, va ser molt malmesa l'any 1936. Les sargues, o portes que oculten el retaule durant la Pasqua, presenten unes interessants pintures.
  • El Museu: té un important patrimoni artístic, que va ser objecte d'un dels furts d'obres d'art més importants, perpetrat pel famós Erik el Belga, del que s'ha pogut recuperar una part important.
    La "silla de San Ramón", moble únic i de bellesa incomparable, la cadira románica, nombrosos teixits medievald, tapissos, el "báculo y la arqueta de San Valero" i el "báculo de San Ramón", escultures i pintures, conformen una veritable col.lecció d'art meravellosa.

 
Imatge de la catedral de Roda de Isábena, des del seu exterior. No us la perdeu.
 
 

Tot el conjunt és una veritable joia medieval, rodejada de paratges d'incomparable bellesa, que no heu de deixar de visitar. No us penedireu.
 

 


Les parles ribagorçanes, o les parles frontissa

 

En aquest subapartat, parlaré breument d'un altra de les característiques importants de la Ribagorça Oriental, i per extensió, de tota la Ribagorça/Ribagorza aragonesa: les seves parles. Lluny de polemitzar sobre política, no ho faré, si m'heu llegit, sabeu quina és la meva opinió sobre els anomenats "Països Catalans", així com de les denominacions irreals que alguns volen posar als idiomes. Però si que és destacable el tema, per la seva riquesa i per les diverses interpretacions que els lingüistes han fet de les parles ribagorçanes. S'extèn, en aquest territori, una zona "frontissa/bisagra" entre el català i l'aragonés, que correspon, com hem dit abans a l'antic territori del Condado de la Ribagorza, on es produeixen fenòmens lingüístics transicionals i d'influència recíproca entre el català i l'aragonés, fenòmen que s'extèn fins a terres de la Llitera i el Baix Cinca.

Podríem trobar, en general, tres zones de transició lingüística: la vall de l'Ésera, tret de la vall de Benás/Benasque, de la que ja hem parlat àmpliament en una altra entrada en el blog, de parles netament aragoneses, però amb influències del català; la vall de l'Isábena, de parles netament transicionals o mixtes, amb una forta influencia del català; i la vall de la Noguera Ribagorçana, de parla netament catalana, però influida per l'aragonés. En tot cas, es poden atribuir a l'una o a l'altra, pels diferents trets distintius que les conformen.

Els trets que permeten la diferenciació entre parles típicament aragoneses i catalanes són, per exemple, la diptongació o no de –e i –o: fon/fuen, ten/tiene; la pèrdua o conservació de la vocal final: fil/filo; diferències en la flexió verbal; i diferències lèxiques. Bé és cert que hi han nombroses interferències que poden dificultar l'atribució.

Són trets comuns entre ambdues parles, per exemple, la palatització dels grups consonàntics cl-, gl-, bl- fl-, en posición inicial, i els grups –pl-, -scl-, -ngl-, en posició interior: flló, pllorá, singlla,…; el canvi de l- inicial per ll-, com en català: llobo/llop, lluna, lloco; conservació de la –b- intervocálica en les formes de l'imperfecte de totes les conjugacions: queriba, voleba,…; pèrdua de la –s- en les formes corresponents al llatí est (és del verb ésser) é/yé; l'existència de trets lèxics comuns: tora/tuara (acónito), canella/caniella (canyell de la mà), potxó/pochón (petó o bes), embasadó (embudo grande), badallar (bostezar), foc, dona, terra, febre, abre/arbre, bufar (soplar), chugar (jugar), dechú (ayunas), formes verbals, com treballar, chemecar, disnar (comer), esbelegar (balar), poder, coser (cocer), serner (cernir la harina), valre (valer), tinre (tener), calre (caldre, ser preciso), penre (tomar), fonre (fundir), fuir (huir), acllarir (aclarar la ropa), cusir (coser); ús de les partícules hi i en: no hi veigo/no hi veic, no en tiengo/no en tinc; formació del pretèrit indefinit amb les formes del verb anar+infinitiu: va fer; l'ús del pronom posesiu amb l'article definit: el mío chermano/ el meu chermà; la formació del plural només amb el morfema –s, també després de consonant: mans, falcons.

Altres trets serien la conservació de la f- inicial: fill/fillo, fil/filo; la conservació de la fricativa sorda: caixa, aixugar,…; conservació de la –ll- palatal: güella/ovella, abella, agulla,…; trets lèxics propis, com les denominacions de l'ovella, segons l'edat: güella (genèric), corder/cordero, borrego, primal, vasiva, mardano, moltó/moltón, tersat. Altres com pigota (viruela), espill (espejo), orxegar (vomitar), pulça (pulga), aixaugar (aclarar en agua), volatam (aves de corral), torterol (tobillo), fiero (lleig/feo, como en el aragonés); desapareix la palatal del grup ortogràfic –ig i a la zona aragonesa finalitza en –o: puy/pueyo, roy/royo, goy; la j i la g inicials o postconsonàntiques –tg- i –tj- es pronuncien sordes (so –ch-: chove, chen, feche, michó,…; els pronoms demostratius a la zona netament catalana són est, ix, aquell (este, ese, aquel), açò, això, allò (esto, eso, aquello) i els locatius aci, astí, allí (aquí, ahí, allí).
Una riquesa que s'ha de conservar, i que no s'ha de deixar desaparéixer, i menys per politiqueries que no porten a cap lloc més que a la desparició de les parles pròpies. Els governs han de vetllar per això, i no per fer de la llengua motiu de confrontació.

 



martes, 2 de abril de 2013

El Geonauta: Memoria bajo el agua: el desastre de Vajont


Siguiendo con las historias de memoria bajo el agua, que iniciamos con la historia de Mequinenza, siguiendo el rastro del relato de Jesús Moncada y su Camí de Sirga, vamos a relatar una historia no menos real que la del pueblo aragonés bajo las aguas, y que sucede en la Italia de los años 60 del pasado siglo XX. Es el denominado desastre de Vajont, que también ha sido objeto de novelas y películas alrededor de este tema.
El valle de Vajont está situado en el extremo nordeste de Italia, en la región de Friuli-Venezia-Giulia, cerca del límite con la región del Véneto, en la zona de los Alpes Cárnicos y en la cuenca del Piave.
En los años 50, se proyecta la presa (la diga en italiano) de Vajont, situando un embalse en el idílico valle de Erto, cuyas aguas debían inundar una serie de pequeños pueblos y aldeas, como la misma población de Erto, entre otros. El embalse, proyectado por la Società Adriatica di Eletticità di Venezia (actual ENEL), tenía una importante capacidad, más de 150 hectómetros cúbicos de agua, y se inició su construcción en 1957 y se finalizó en 1959 con la presa más alta de su tiempo, más de 250 metros de altura. A pesar de los múltiples avisos de los geólogos sobre la naturaleza inestable de las laderas circundantes del embalse, la presa se sigue construyendo, probablemente por los réditos que algún politicastro de la época debía sacar con la construcción (réditos electorales o réditos económicos). El caso es que, a pesar de los múltiples avisos de los técnicos y geólogos, y los que la propia naturaleza realizó, pues entre 1959, año en que finalizaron las obras de la "diga", hasta 1963, año de la tragedia, que después narraremos, se produjeron grietas, deslizamientos y movimientos sísmicos, que desaconsejaban la construcción del embalse, sobre todo, ante la evidencia de que en uno de los montes que ladea el embalse, el monte Toc, se podía producir un deslizamiento en masa de tierras lo suficientemente importante, como para que se pudiera producir un fenómeno que derivara en una tragedia, como la que sucedió la noche del 9 de octubre de 1963.
En esa fecha, se produce un deslizamiento en masa de tierras de más de 250 millones de metros cúbicos, que se desplazan sobre la superficie acuática del embalse, produciendo una ola de altura considerable, equiparable a un tsunami, que arrasa, por un lado, todos los pueblos ribereños del embalse y que ocasiona unos 150 fallecidos, y por otra, cuando la ola supera la barrera de la presa, cae sobre los pueblos que quedan por debajo de la presa, en el valle del Piave, y los arrasa y los borra casi en su totalidad, sobre todo, Longarone, de donde sólo queda en pie una pequeñísima parte del pueblo. Fallecen más de 2000 personas. Se producen centenares de heridos. La ola resultante arrastró todo lo que se encontró a su paso por el río Piave hasta encontrar cadáveres en el mar y sobre los árboles del curso del río.

mapa y diagrama de la tragedia de Vajont

 

Evitar la tragedia. Este hecho, como otros del mismo tipo, hace que debamos reflexionar sobre la utilidad de determinadas obras, pero sobre todo sobre la idoneidad de su emplazamiento. Si se quiere construir un embalse se debe estudiar, hacer un análisis riguroso de los riesgos posibles que pueda tener una obra de este calibre. Probablemente, si se hubiera hecho caso de técnicos, geólogos e incluso periodistas que advertían sobre la posibilidad de deslizamiento de tierras, se hubiera podido evitar la tragedia. Entonces no eran tan comunes como ahora los estudios de impacto ambiental, en los cuales se estudian todos los tipos de impacto de la obra sobre el paisaje y el medio en el que ésta se realiza. Probablemente un buen estudio de impacto hubiera desaconsejado la construcción. Un buen análisis de ingeniería, geología, de movimientos en masa y estabilidad de taludes, de los procesos erosivos y de las redes de drenaje. Esto, sin duda, hubiera evitado en mayor medida la crisis. Pero las prisas y los réditos políticos y económicos a veces son la causa de desgracias. Ésta fue una de ellas.
Esto es de interés general, porque la construcción de embalses para la generación de energía hidroeléctrica o para embalsar aguas para redes de regadío, aún es muy importante. En España, durante el siglo pasado, se construyeron grandes embalses con estos fines. Aquí no ha sucedido nada similar. Pero creo recordar que se descartó algún embalse por riesgos técnicos, como por ejemplo, uno que se proyectaba en el valle del río Ésera, cerca de la oscense población de Santaliestra, donde la presión popular y de los informes técnicos evitó su construcción. El recrecimiento del embalse de Yesa parece ser que también contiene algunos riesgos geológicos que lo desaconsejan. Desde luego, se debe tener muy en cuenta todo lo que envuelve a un embalse, antes de su construcción. El agua y su fuerza debe aprovecharse, pero siempre que las circunstancias lo aconsejen.


El film Vajont. Desastre mortal, del año 2001, y otro film más antiguo, que no he recuperado su título, además de los libros de Mauro Corona, un escritor, alpinista, entre otras cosas, del valle de Erto, como Fantasmas de Piedra, entre otros, tratan sobre la tragedia de Vajont.
 


como se vivió la tragedia en Italia
 
 
imagen actual de la presa de Vajont



El carrer del Balç: un itinerario “subterráneo” por la ciudad de Manresa


Existe una calle en Manresa, que no figura en los planos callejeros, una calle escondida a la vista de la gente. Existe una Manresa "subterránea", una Manresa que pasa prácticamente desapercibida, casi desconocida. Éste es el carrer del Balç, donde hay arcos y elementos de los siglos X al XIV. Ésta es una calle paralela a las calles de Sobrerroca y de Santa Llúcia, una calle abierta desde 1983, pero cerrada a la circulación, con la instalación de una reja de acero en las dos entradas, la que da a la Baixada del Pòpul y la que da a la Travessera dels Drets.
Se conoce como "carrer del Balç", que significa un desnivel o escalonamiento. Justamente la calle pasa bajo este escalón o desnivel, el que recorre por la parte superior la Plaça Major y el Carrer de Sobrerroca, y es en el carrer del Balç donde se abren los bajos y las bodegas de las casas que se sobreponen de ese nivel superior. Según parece, estas bodegas y bajos eran las antiguas entradas de las casas nobles de los siglos XII al XIV, que probablemente también tenían acceso desde el carrer de Sobrerroca. Arquitectónicamente, es muy rica, con muy diversas formas constructivas y de materiales. Podemos encontrar, asimismo, naves y vueltas aguantadas por contrafuertes y arcos de diversos tipos, de medio punto, rebajados y de punto circular.
Es un corredor continuo que penetra hacia dentro del conglomerado rocoso que forma los cimientos del casco histórico de Manresa. Las bodegas y bajos que conforman este corredor son del periodo bajomedieval (siglo XIV), y reformados en los siglos XVII y XVIII. Eran utilizados como zona de trabajo, mientras que su parte superior era la zona habitada. En sus usos más comunes, se utilizaban como almacenes y bodegas. Algunos también eran utilizados como habitáculos y también como caballerizas.
Probablemente, pudo estar, al menos en parte, al descubierto, a pesar de que actualmente está prácticamente cubierto por los edificios de la parte superior, de las casas que bordean la Plaça Major y el carrer de Sobrerroca. Cumple con los cánones de una calle típicamente medieval: es un callejón pequeño, estrecho, mal iluminado, poco ventilado e insalubre, una calle propensa a epidemias y enfermedades de transmisión como la Peste Negra del siglo XIV. La ocupación de esta calle puede ser muy antigua, tal como atestiguan los diversos materiales y estilos de construcción.

Actualmente, es visitable, sobre todo, en festivos y fines de semana. Alberga una interesante exposición sobre el origen de la calle, y en general, sobre la Manresa medieval. Para consultar sobre horarios y reserva de visitas, consultar en la siguiente web de l'Ajuntament de Manresa:

 http://www.manresaturisme.cat/spa/activitats-culturals/centre-dinterpretacio-del-carrer-del-balc

Ahora os invito a una visita por Manresa.
 

Itinerario monumental por manresa

 

El inventario de monumentos artísticos de la ciudad de Manresa debe iniciarse, sin duda, por la basílica de la Seu, pues es el elemento más importante y representativo del repertorio de obras de arte y de historia que enriquecen y dan una forma propia a la ciudad. La Seu es el monumento más importante, el más vistoso, el más valioso e interesante, con autentica categoría de símbolo. Ningún otro monumento arquitectónico puede disputarle el honor de encabezar y presidir el catálogo.

La Colegiata-Basílica de Santa Maria de la Seu, erigida en la cima del Puigcardener, núcleo de la ciudad primitiva, es un ejemplar magnífico de la arquitectura gótica catalana. Iniciada su construcción en 1328, su altar fue consagrado en 1371. En 1486 se finalizó sustancialmente la construcción con el muro de poniente y el gran rosetón de la que tenía que ser su fachada principal, aunque se hicieron obras posteriores que obligaron a hacer reconstrucciones que modificaron su estructura arquitectónica.

Las dimensiones principales del templo son: 68 metros de largo, 33 metros de ancho y unos 30 metros de altura. La anchura de la nave central, 18,5 metros, es de las más grandes en construcciones góticas del mundo. El campanario, prismático, es de sección cuadrada. La Seu manresana es un ensayo genial de síntesis de estructuras y características propias de las iglesias de una o tres naves en la misma construcción.

La basílica es de estilo gótico catalán, de platea abierta, sin crucero y con girola dentro del ámbito poligonal del ábside, dividida internamente por dieciocho pilastras de sección ochavada. Una treintena de ventanales ojivales y dos rosetones circulares dan luz al interior y dieciocho esbeltos contrafuertes dobles circundan todo el exterior basilical.

El interior del templo está presidido, por encima del altar mayor que centra el presbiterio, por una talla dorada de la Mare de Déu de l’Alba, titular de la basílica. A resaltar el valioso conjunto de retablos que embellecen el interior de la basílica, importante muestra de la pintura gótica catalana: el retablo de Sant Marc i Sant Anià, de mediados del siglo XIV, el monumental políptico de l’Esperit Sant, el retablo gótico de mayores dimensiones de Catalunya, el retablo de Sant Miquel i Sant Nicolau, el retablo de la Santíssima Trinitat y parte del de Sant Antoni Abat. Subsisten, asimismo, algunas piezas notables de escultura gótica en piedra: imágenes de la virgen y de dos santos obispos, un bello conjunto de sarcófagos o urnas funerarias, entre otras.

También es remarcable la suntuosa Cripta, lugar de veneración de las reliquias de los santos patrones de la ciudad. Imágenes y relieves de alabastro, el altar tabernáculo y la rica decoración marmórea forman uno de los mejores conjuntos del barroco académico catalán (siglos XVII-XVIII).


También hay restos notables de construcciones anteriores, ejemplares interesantes de arquitectura y escultura románica y prerrománica. Son vestigios de la antigua canónica que cuidó del culto del templo de Santa Maria, a partir del siglo IX hasta 1592. Es monumento histórico-artístico nacional desde 1931. A su lado, el Museu Històric de la Seu, alberga, entre otras valiosas piezas, un magnífico bordado del siglo XIV, el Frontal florentino.

Pasando al grupo de monumentos de carácter civil, son destacables la Casa de la Ciutat, que preside la Plaça Major, centro oficial de la población y núcleo principal del barrio antiguo. Es obra de la primera mitad del siglo XVIII. Cien años más antiguo es otro palacete, a la Baixada de la Seu, que tenía que ser lugar de reunión del Consell de la Ciutat, fue destinado a residencia episcopal y que hasta hace poco era el Palau de Justícia. Lo más notable de ambos son sus respectivas fachadas: la del ayuntamiento, con un pórtico de cinco imponentes arcos en la planta baja, con escudos monumentales con las armas de la ciudad.

El Pont Vell y el Pont Nou son elementos también sobresalientes. El primero, declarado monumento nacional, es la reconstrucción de la obra del siglo XII, erigido sobre los cimientos de un primitivo puente romano.

Destruido desgraciadamente, como consecuencia del descontrol durante la Guerra Civil, el espléndido conjunto de iglesias góticas: el Carme (de la que quedan restos de la iglesia primitiva y su claustro), Sant Pere Màrtir, Sant Miquel y Santa Llúcia, algunas de las cuales tenía dimensiones catedralicias, quedan, aparte del conjunto ignaciano, otros monumentos como el Portal de Sobrerroca, del siglo XIII, las masías de la Culla y de Can Font de la Serra, el claustro de las Caputxines, el Convent de Santa Clara, la iglesia de Sant Pau, el pequeño santuario de la Mare de Déu de la Salut, en Viladordis,…

Capítulo aparte merecen los monumentos ignacianos. El paso de San Ignacio de Loyola por Manresa, dejó una impronta importante en la ciudad.

El principal monumento ignaciano por excelencia es la Santa Cova. Situada en una balma del flanco meridional del Puig de Sant Bartomeu, abierta sobre el Cardener y mirando hacia Montserrat, se dice que San Ignacio se recogía para rezar y hacer penitencia: aquí debió practicar los “ejercicios espirituales”. Está, actualmente, cubierta por una fastuosa decoración barroca, de los siglos XVII-XVIII. La iglesia construida a su lado es de planta barroca, destacando su fachada.

Otros monumentos ignacianos son el Rapte, reconstrucción del antiguo hospital y iglesia de Santa Llúcia, la capilla de Sant Ignasi Malalt, en la casa de los Amigant, al pie de la escalinata del Carme, cerca de la Plaça Major, el Pou de la Gallina, en el Carrer de Sobrerroca, el patio de entrada del número 32 de la misma calle, la ermita de la Guia, la Salut en Viladordis, y las Creus de Terme del Tort, de la Culla y del Pla de Cal Gravat.

De la ciudad moderna, Fora Muralles (del Carme, Sant Domènec i Sant Francesc,…), destacan el Passeig de Pere III, del estilo de las típicas Ramblas de muchas ciudades catalanas, de más de un kilómetro de largada, donde encontramos el Casino (actual biblioteca y centro cultural) y el Teatro Kursaal de tipo modernista. También en la Plaça Fius i Palà, encontramos otras casas modernistas, como Cal Jorba y la Casa Lluvià.

Destacar también dos museos importantes: el Museu Comarcal, que contiene once salas con materiales sobre la historia y el arte de la comarca del Bages. El Museu de la Tècnica muestra las técnicas artesanales y la evolución de las industrias textiles.

El Parc de l’Agulla es una importante zona de ocio, que se inserta en la zona senderista de la Séquia de Manresa.

Las “Festes de la Llum”

En Manresa se celebran dos fiestas mayores. La fiesta mayor de verano tiene lugar el último domingo del mes de agosto, en honor a los santos mártires patrones de la ciudad, Maurici, Fruitós i Agnès.

Pero es la fiesta mayor de invierno la que, por su origen, tiene mayor originalidad. Son las “festes de la Llum”, el 21 de febrero. Se honra la memoria del milagro de una luz misteriosa, aparecida en la iglesia del Carme, en un 21 de febrero de 1345. Hablar de la Llum, del misterioso prodigio y su celebración secular, es inevitable la relación con la historia de Manresa. La historia de la Llum es la historia del agua, la historia de la Séquia. La historia nos situa en los años 1333 hasta la llegada de la peste negra, en 1348. La escasez de lluvias fue la causa de malas cosechas, sobre todo, en 1337. La reacción de los manresanos parece que fue un caso único y, por eso, digno de recordar. Los consellers que rigen la ciudad en 1339, Jaume d’Artés, Bertran de Castellbell, Bernat de Sallent, Pere Vilella, Jaume Amargós y Berenguer Canet, obtuvieron del rey Pere III autorización para tomar agua del río Llobregat, en el término de Balsareny y conducirla a Manresa. La idea de este transvase de aguas y su ejecución no era bien vista por el obispo de Vic, Galceran Sacosta, señor de Sallent, motivo por el cual, en llegar las obras a su territorio, ordenó su suspensión, alegando que eran tierras de la Iglesia, y al verse desobedecido, impuso penas canónicas muy graves a los consejeros y a la ciudad de Manresa.

Durante cinco años, Manresa vivió bajo el peso de la penalización episcopal, con los templos sin culto y la obra de la acequia paralizada. La cuestión se solucionó en 1345, mediante la concordia establecida entre la ciudad y el nuevo obispo Miquel de Ricomà, gracias a los buenos oficios del ilustre jurisconsulto manresano Ramon Saera. Pero la tradición dice que el problema se resolvió por la intercesión divina, de una luz misteriosa que, partiendo de la montaña de Montserrat, apareció en la iglesia del Carme, a mediodía del 21 de febrero, lo cual obligó al obispo a levantar las penas impuestas a los manresanos y a permitir la construcción de la Séquia, que debía traer el agua del Llobregat a la sedienta Manresa, por lo que se celebran estas festividades.

En los últimos años, se ha hecho coincidir las “Festes de la Llum” con una magnífica feria medieval, que se denomina Fira de l’Aixada, que ocupa todo el casco histórico de Manresa, reproduciendo las diferentes estampas medievales, como los gremios de artesanos y comerciantes, entre otras.


    El miracle de la llum

    
 


El mestre d’aixa i el calafat: l’ofici de construir barques


Seguint amb els antics oficis, que vàrem començar en parlar de les trementinaires, anem del camp a la mar, per parlar dels oficis més tradicionals en la construcció i bastiment de les barques per pescar, on també parlem de les dificultats de pervivència en l’actualitat d’aquests tradicionals oficis. Ho farem acudint a un article sobre el tema de l’expert Jaume Badias Mata, sobre l’ofici de construir barques a la Costa Brava, que forma part del programa de recerca sobre “Mestres d’aixa i calafats a la Costa Brava. Anàlisi d’uns oficis tradicionals”, desenvolupat en el marc de l’Inventari del Patrimoni Etnològic de Catalunya del Centre de Promoció de la Cultura Popular i Tradicional Catalana.

Tradicionalment, el mestre d’aixa és qui, originàriament, tenia els coneixements i la pràctica a l’hora de projectar i construir una embarcació, a més d’exercir-ne el mestratge, mentre que el calafat és qui s’encarrega d’un aspecte de la construcció d’embarcacions de fusta, com és el de tapar les juntures de l’embarcació amb estopa perquè no hi entri aigua. Aquests dos oficis han estat tradicionalment separats perquè, especialment en el passat, eren dues persones diferents les encarregades de fer una i altra feina. Actualment, es barregen ambdós oficis. El mestre d’aixa, que és qui ha de projectar i construir una barca des de l’inici fins al final, normalment tenia una ocupació sedentària vinculada a una drassana pròpia, mentre que la tasca del calafat esdevenia més itinerant, ja que es dedicava a una tasca que era important en la construcció del bastiment d’una embarcació però també en el seu manteniment periòdic, de les flotes dels diferents ports.

La transmissió de coneixements dels oficis de mestre d’aixa i de calafat han anat passant de generació en generació i no és fins a finals del segle XX quan la introducció dels canvis en el procés de construcció ha transformat l’ofici, coincidint amb la dura i generalment desigual competència plantejada per la irrupció de la construcció naval en fibra. Fins llavors, els canvis s’esdevenien de forma gradual i relativament lenta, fet que permetia als constructors familiaritzar-s’hi poc a poc. En les nissagues familiars de Mestres d’aixa i de calafats, els fills seguien les directrius marcades pels pares, construint els mateixos tipus de bastiments i heretant les plantilles i les seves eines. Aquestes directrius i tradicions no eren del tot impermeables i sovint s’adoptaven solucions i formes a bastiments totalment alienes al que seria la matriu genèrica de la drassana i/o nissaga familiar, fet del tot lògic quan parlem d’un producte final, el bastiment, que es desplaçava al llarg de la costa i podía ser copiat, en les seves línies, per qualsevol assidu al port o a la platja com podien ser altres mestres d’aixa o calafats.

L’aprenentatge de l’ofici de mestre d’aixa ha variat sensiblement en els darrers anys tot i que no en el coneixement. Pel que fa a l’aprenentatge, abans els aprenents sovint no se’ls ensenyava l’ofici, sinò que treballaven amb el mestre d’aixa i certes parts del ofici eren un secret, i a vegades quan un traçava l’embarcació feia marxar la gent per por a crear futurs mestres d’aixa autònoms. Algunes parts de l’ofici s’havien d’aprendre mirant, perquè el mestre d’aixa no explicava res. Sovint s’esdevé que un jove que no tingui ningú de l’ofici en la seva familia vagi a aprendre l’ofici a una drassana amb un mestre d’aixa i que després es planti pel seu compte, ja que la continuïtat de la drassana està garantida i ocupada pel fill o un familiar proper del mestre.

Normalment, el primer contacte del que será un futur mestre d’aixa consisteix a esdevenir l’aprenent o peó de la drassana, el nivel més baix. Es dedicarà a fer tasques de suport com polir la fusta, clavar claus, aguantar la fusta mentre és serrada, esmolar les eines, filar estopa, etc., compaginant-ho amb altres activitats com vetllar pel foc, escombrar la drassana, la neteja i el manteniment de les eines i els equips, etc. Es passava d’aprenent a oficial després d’uns anys d’aprenentatge a la drassana. Tradicionalment, després del servei militar, l’aprenent es casava i començava a tenir responsabilitats i a esdevenir un oficial de segona, almenys en el cas de drassanes amb un gran volum de treball i d’operaris, on un mestre d’aixa amb l’ajut dels operaris s’estava vint-i-un dies per bastir una embarcació de vint-i-tres pams deixada a punt per ser pintada. Aquesta exemplificació la podem adaptar per al cas dels calafats.

Les innovacions tecnològiques, els canvis en els materials, l’aparició o desaparició de recursos, l’abandonament de determinades tècniques i el buit existent en la descripció de la cultura material de la pesca, fa que sigui interessant conéixer les formes de vida tradicionals de la construcció naval en fusta.

A la Costa Brava, per exemple, els oficis tradicionals de mestre d’aixa i calafat han sofert, des dels anys vuitanta, una gran transformació a causa de la gran disminució del nombre d’embarcacions de pesca construïdes amb fusta; així, ambdós oficis, vinculats al món de la pesca, són oficis tradicionals en procés de desaparició. Les embarcacions construïdes amb fusta han passat d’ésser embarcacions per a ús pesquer a ésser embarcacions destinades al temps de lleure. Els mestres d’aixa i calafats de la Costa Brava estaven concentrats en unes poques poblacions amb infrastructura portuària, circumstància que s’explica per la necessitat de donar servei a una flota pesquera amb embarcacions d’envergadura important. Les úniques drassanes que no están situades en espais portuaris són aquelles dedicades, exclusivament, a la construcció i manteniment d’embarcacions tradicionals per a l’esbarjo.

D’altra banda, s’està vivint un procés de canvi en el tipus de client dels mestres d’aixa i calafats de la Costa Brava i, per tant, en el tipus d’embarcacions construïdes, perquè s’ha viscut un fenomen de creixement de la náutica d’esbarjo amb fusta, simultani a un procés de revalorització del patrimoni històric i cultural marítim. Per això mateix, l’única expectativa de futur per a aquests mestres d’aixa i calafats és la construcció i el manteniment d’embarcacions tradicionals per al desenvolupament d’activitats de lleure.

Hi ha hagut una evolució en la percepció de l’ofici: ja no es diferencia entre mestre d’aixa i calafat.

Tanmateix, hi ha la idea generalitzada que cada drassana de cada població té unes característiques que la diferencien de la resta per factors que incideixen en el seu treball final, el bastiment. La morfologia de la costa, les arts de pesca tradicionals, la meteorologia local, la matèria primera més a mà, la formació técnica del mestre d’aixa i la tradició cultural lligada a una determinada vila. Entre els diferents tipus d’embarcació trobem els llaguts, els gussis, les palangreres, les barques de bou,…

En quant a les drassanes, tradicionalment han tingut i tenen una distribució i organització de l’espai de treball molt simple. Generalment, existeix un espai a l’aire lliure per poder treballar amb bastiments que no caben a l’interior del taller protegit. Aquest taller és a la vegada l’espai on es guarden les eines i es fan els traçats de les noves embarcacions. A vegades la drassana disposa d’un espai també cobert per guardar la fusta enmagatzemada i protegir-la del sol, tot i que sovint les seves dimensions obliguen a guardar-la en l’espai a l’aire lliure, això si sota proteccions. Quan es trobava a tocar de la platja, aquest espai a l’aire lliure es trobava en la mateixa sorra i gairebé sense limitació de superficie i sovint amb una part de la sorra anivellada fent d’escar per fer possible la varada dels bastiments.

Els principals problemes que han afectat l’ofici de mestre d’aixa i de calafat han estat els següents: (1) la dificultat a l’hora d’aconseguir la matèria primera adient, especialment la fusta, amb boscos esgotats on no hi ha la possibilitat de poder escollir les formes. Cal destacar, en aquest sentit, la pèrdua de l’hàbit existent entre els majoristes de fusta de separar les formes corbades; (2) la dificultat a l’hora de fer mestrances, manca de vocació o de perseverancia per part de les noves generacions a l’hora d’iniciar un aprenentatge davant la forta competència que representa estar en una zona turística on l’oferta d’ocupació de temporada en el sector serveis és més lucrativa que l’aprenentatge tradicional en una drassana; (3) el cost econòmic que representa en hores traduïdes en jornals la construcció d’un bastiment en contrast amb les embarcacions de fibra produïdes de forma industrial a partir d’un motlle, o sigui, l’elaboració enfront de la producció; (4) determinats impediments legals, com el que la Unió Europea va promoure, que prohibeix armar un bastiment profesional si no se’n desballesta un altre després de donar-lo de baixa de la seva activitat professional.

Quin és el futur de l’ofici? Com que actualment es construeixen menys o cap vaixell de fusta, la seva activitat es cenyeix majoritàriament a la reparació i pintura d’embarcacions de fusta ja existents i, a més, cada cop es generalitza més l’activitat d’hibernatge o pupil.latge de barques d’oci durant la temporada baixa, sent, a voltes, la principal font d’ingressos per a aquestes drassanes. També es poden donar casos de mestres d’aixa amb una visió menys tradicional, que introdueixen novetats tècniques, com coles sintètiques, pintures amb bicomponents, tapat d’escletxes en fred, …, i també en construcció de models de tradició no catalana. Com que ja no es construeixen embarcacions per a la pesca, degut a la disminució en els caladors tradicionals prop de la costa, i la necessitat de barques més potents i equipades, que requereixen materials com la fibra i el ferro, fa que això irremediablement afecti a l’exercici dels actuals mestres d’aixa, que es dediquen exclusivament a la reparació, i són conscients de la desaparició de l’ofici a mesura que la flota pesquera es va renovant. Per altra banda, s’amplia el ventall a la demanda de les embarcacions d’esbarjo. Això, encara que de manera diferent, ha revitalitzat l’ofici i l’ha transformat, ja que els mestres d’aixa que construeixen barques gairebé ho fan seguint les necessitats del comprador, construint sobre comanda i oberts a les necessitats i exigències del client.

(extret i, en part, resumit de L’ofici de construir barques a la Costa Brava, de Jaume Badias Mata. Museu de la Pesca.)

La manera tradicional de bastir barques d'un mestre d'aixa.